
Según un estudio realizado en ratones se pudo llegar a la conclusión de que aquellos que dormían en forma interrumpida tenían mayores problemas en reconocer objetos familiares que aquellos que dormían de corrido sin interrupciones.
Los estudios han arrojado que el cerebro aprovecha las horas de sueño para estudiar los eventos del día elegir cuáles son los que van a seguir en él.
Luego de dicho estudio, surgió una nueva investigación publicada en el PNAS que ha analizado el efecto provocado por el sueño fragmentado en los animales.
Utilizaron para ello una técnica denominada opto genética, en la cual unas células específicas se modifican genéticamente para poder luego manejarlas con luz, y también analizaron así un tipo de célula que tiene un papel importante en el cambio entre el estar en sueño a vigilia.