
Gracias a los arqueólogos que trabajan en la isla de Pascua hemos podio derribar uno de los mitos más importantes de la arqueología, que los tan populares “tótems” llamados Moáis, que se encuentran allí eran solo cabezas.
Lo cierto es que siempre han sido cuerpos enteros que han acabado sepultados, casi todos hasta el cuello, por lo que se pensaba que era lo único que había de estas impresionantes esculturas. La altura a la que llegan en realidad los moáis puede comprender desde los 18 hasta los 21 metros de alto.
Al parecer en su origen estaban colocados sobre pedestales e incluso se les añadian moños de piedra tras construirlos y se les colocaba coral en los ojos para simular vida en sus cuencas vacías, algunas también llevan grabados algunos caracteres aun por descifrar.
¿Cual pudo ser la causa de su sepultamiento? Algunos apuntan a glaciaciones o tsunamis ocurridos ya hace unos 15.000, con lo que su antigüedad de las mismas podría ser realmente increíble.