Hoy os traemos la insólita «hazaña» de Tomas Paczkowski, un polaco de 32 años que trató de demostrar a su esposa que era todo un amo de casa.
Al parecer, este hombre se hallaba planchando cuando sonó el teléfono. Al parecer no acostumbrado a sostener una plancha, confundió esta por un momento con el teléfono y se la puso en la oreja, con sus consiguientes gritos, indescriptibles dolores y quemaduras. La causa de esta confusión, era que el hombre estaba viendo el boxeo en la tele completamente ensimismado, por lo que apenas sabía lo que estaba haciendo.
Cuando oyó el ring del teléfono, descolgó la plancha en vez del aparato que usualmente empleamos para llamar. En cuanto se quitó la plancha de la oreja fué a echarse agua fría en la herida y como el mismo comenta: “Eso me dejó un ojo negro por lo que ahora parece más bien que he estado en un combate de boxeo en lugar de haberlo visto solamente”.
Tomas se recuperará de la quemadura, pero ahora hay una herida en su mente en relación con las tareas del hogar que nunca sanará.