A pesar de que el agua ocupa el porcentaje territorial más grande del mundo, tiene sus contradicciones tratar de beber el agua de mar, lo cual es un punto que alguna vez en la vida ha transcurrido por nuestra mente.
Recordemos que el agua de mar es salada, y aunque la sal es un factor que es necesario para nuestro cuerpo y el correcto funcionamiento de nuestro organismo, consumirla en exceso puede ser perjudicial para la salud.
El agua de mar tiene la desventaja de ser hipertónica lo que significa que posee más sal que nuestra propia sangre. Al consumir esta agua nuestro cuerpo producirá una deshidratación extrema, debido a un proceso denominado osmosis, motivo por el cual comenzara a producirse la orina –cabe destacar que en la orina no podremos eliminar la gran cantidad de sal digerida- por lo cual tenemos que expulsar numerosas cantidades de líquidos, hasta llegar al punto en el cual nuestro organismo expulsara las reservas de agua que mantenemos en nuestro cuerpo.
Si nuestro organismo expulsa nuestras reservas de agua, el resultado es fatal para nuestra salud, en todos los aspectos posibles. Lo que conllevaría a obtener nauseas, vómitos, mareos, alucinaciones e incluso la persona puede morir sino encuentra ayuda de un médico o especialista rápidamente.