Un equipo de Neuropsicologos de la universidad de Saarland ha demostrado que una pequeña siesta puede mejorar considerablemente la retención de información en la memoria.
La bióloga especializada en neuropsicología Sara Studte comprobó en su tesis que las siestas influyen en el rendimiento de la memoria.
La investigación se llevó a cabo con dos grupos de voluntarios, donde ambos grupos deberían recordar un listado de palabras que les había asignado. Después de leer el listado por un periodo considerable de tiempo, un grupo se quedó viendo videos, mientras otro grupo dormía.
Una Siesta puede aumentar la capacidad de nuestra memoria
Los resultados demostraron que aquellos que tomaron la siesta tuvieron un desempeño significativamente superior al grupo que se quedó viendo videos al momento de recordar el listado de palabras.
Con el fin de excluir la posibilidad de que los participantes sólo recuerden los elementos aprendidos debido a un sentimiento de familiaridad, los investigadores utilizaron el siguiente truco: se les pidió a los sujetos de prueba que aprendieran 90 palabras sueltas y 120 pares de escuchado esta combinación antes y no tiene sentido.
La conclusión de la investigación demostró que una pequeña siesta de 45 a 60 minutos, tanto en el trabajo como en la oficina, puede llevar a mejorar notablemente el aprendizaje.