Una de las razones por las que siempre se ha dicho que el desayuno es la comida más importante del día, es porque mientras dormimos en las noches, nuestro cuerpo realiza funciones vitales como librar hormonas, regenerar tejidos, utilizar nutrimentos y otras funciones metabólicas que significan gastos de energía.
Todas estas energías que se consumen mientras dormimos no se reponen ya que durante ese tiempo estamos sin comer, lo cual es normal, pero no debe extenderse. Por lo tanto el desayuno es fundamental.
El desayuno es el responsable de iniciar las funciones metabólicas del organismo por las próximas horas que estaremos despiertos y activos.
Muchas personas tienen por costumbre saltarse el desayuno puesto que es común no sentir apetito en las mañanas, sin embargo esto es un error ya que puede influir de manera directa en nuestro día.
Saltarse el desayuno puede provocar que nuestro sistema active mecanismos de alertas, como es el estrés, que hace que el metabolismo funcione de manera más lenta y almacene más calorías en forma de grasa.
Dependiendo de las actividades y gustos de cada persona, el tipo y la cantidad de desayuno puede variar, así como el horario, pero lo que es un hecho es que el desayuno no se debe pasar por alto.