El acto de lavar la ropa nueva antes de usarla se utiliza mayormente como precaución en caso de que la ropa haya sido usada por alguien más ya sea para probársela en las tiendas o para asegurarse de que no haya adquirido ninguna bacteria o suciedad durante sus días en el almacén.
Por otro lado están las personas que entienden de la ropa nueva no hay que lavarla ya que es “nueva” y viene lista para usar.
Donald Belsito, un profesor de dermatología de la universidad de Columbia (EEUU), recomienda firmemente lavar la ropa antes de utilizarla, según explica, existen personas que pueden obtener alergias a la ropa nueva por el uso de materiales sintéticos de color que se usa para elaborar la ropa.
Estos materiales sintéticos pueden provocar reacciones graves en la piel, similar a la que causaría una hiedra venenosa, causando síntomas como piel inflamada, sequedad y comezón.
Muchas fábricas también utilizan productos químicos en sus cajas o bolsas, con el propósito de absorber la humedad durante el proceso de envío y prevenir que el hongo crezca en la ropa. Pero, dependiendo de la humedad del país de origen y la humedad relativa en el interior del paquete, el hongo puede durar por un largo tiempo.
Un producto químico utilizado previamente para evitar la formación del moho, fumarato de dimetilo, puede provocar reacciones cutáneas alérgicas graves, sin embargo no se utiliza a gran escala.
Belsito recomienda que todas las piezas sean lavadas antes de usarse por primera vez, especialmente si estás comprando ropa de segunda mano; lo ideal sería un doble lavado.