El Centro de Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), en conjunto con otras organizaciones realizó investigaciones recientemente con el fin de determinar Por qué los ojos se ponen rojos al usar una piscina.
Los resultados de esta investigación determinaron que el cloro que se vierte sobre el agua no es el motivo, sino la orina.
Según explican, el cloro presente en las piscinas se encarga de eliminar las bacterias antes de que hagan contacto con nuestros cuerpos, pero puede causar irritaciones en la piel, sin embargo cuando ese cloro se mezcla con la orina y tienen contactos con los ojos se produce una leve infección que lleva a que se pongan rojos.
El CDC recomienda que antes de utilizar cualquier piscina las personas se duchen, además de que se aseguren que sea una piscina que reciba limpieza con frecuencia.