Existen múltiples teorías sobre el origen de la pasta, algunos investigadores le atribuyen el descubrimiento a Marco Polo en el siglo XIII, el cual se dice que la introdujo a Italia luego de volver de uno de sus viajes a China en 1271.
En uno de sus libros Marco Polo hace referencia al uso de la pasta en China, pero existen otras teorías que sitúan su origen mucho más atrás, en las antiguas civilizaciones etruscas, que la elaboraban mediante la trituración de varios cereales y granos mezclados con agua, que luego cocían y daba algo similar a la pasta que conocemos hoy en día.
Cuando los griegos fundaron Nápoles adoptaron un plato que hacían los nativos y que consistía en una pasta cebada de harina y agua que luego era secada al sol y era llamada Makaria.
En el 1400 la pasta era llamada lasagna en Italia y los fabricantes de pasta lasagnare. Después nacieron los fidelli, que eran hilos de pasta en forma cilíndrica y las personas que la hacían eran conocidas como fidelari. En 1800 el nombre cambio y fueron llamados vermicellai.