Estudios científicos recientes han comprobado una teoría que circulaba hace tiempo y es que según confirman, no dormir bien puede influir en el aumento de peso de las personas.
No dormir bien no solamente implica las horas que dediquemos para eso, sino que otros factores como la calidad del sueño o la comodidad con la que dormimos también son tomados en cuentas al hacer esta afirmación.
Cuando las personas duermen poco o tienen un sueño de baja calidad una hormona llamada grelina, conocida por afectar el apetito y el peso, aumenta, llevando a que nuestro apetito sea mayor y que retengamos mayor cantidad de grasas con cada comida.
Los estudios recomiendan evitar desvelarnos y dormir un mínimo de 6 horas al día, además de una cena ligera, si queremos mantener nuestra figura y despertar mucho más lúcido.