La morfina es una droga artificial realizada a base de Opio que se extrae de una planta llamada adormidera, parecida a la amapola.
Desde culturas milenarias el opio era utilizado por las diferentes culturas con fines recreativos y médicos, convirtiéndose en un bien muy preciado.
El padre de la morfina fue Friedrich Sertürner, un farmacéutico alemán que vio lo impredecible que era el uso del opio para los doctores, dado lo difícil que era obtener la cantidad correcta sin causar problemas, decidió crear una dosis estandarizada mediante la síntesis del ingrediente principal.
En pruebas con humanos, él mismo se aplicó morfina para tratar un dolor dental y de manera controversial, probó la morfina en niños, demostrando que era una droga efectiva y segura.
En 1853 se logró que la morfina fuese un fármaco inyectable, lo que aumentó fuertemente su efectividad. Durante diferentes guerras se comenzó a utilizar la morfina en los soldados heridos, pero recién a inicios del siglo XX se masificó. La morfina hoy es considerada como una droga controlada, ello por su uso recreacional y el causar adicción.
Actualmente la morfina es uno de los analgésicos mas utilizados en los casos donde un paciente presenta dolores fuertes o donde se requiera un control del dolor de forma prolongada.