Las patentes son, según la RAE, “Un documento en que oficialmente se le reconoce a alguien la invención y los derechos que de ella se derivan”.
El Origen de las patentes se dio en Venecia en el siglo XII con la intención de proteger la innovación y de producir beneficios económicos a partir de dichas innovaciones.
En el documento conocido como “Estatuto de Venecia”, se instaba a los inventores a comunicar sus creaciones al Estado, para que este les brindara una protección contra plagios por un periodo de 10 años.
En el Sigo XIV los ingleses adoptaron un sistema similar en el cual la corona concedía privilegios especiales a algunos empresarios para que solo estos pudieran usar su invención hasta que se creara una industria viable.
Las Primeras Patentes
La primera Patente de la que se tiene conocimiento fue la concedida a John Utyman en 1449 para la fabricación de Cristal, que era usado por los vidrieros venecianos. A cambio de la patente, Utyman debía enseñar el proceso a los nativos ingleses.
El uso de Patentes se aceleró significativamente durante la revolución industrial y otros países adoptaron sistemas similares. Las primeras leyes de patentes en EEUU surgieron en 1790, en Francia en 1791 y en 1883 los sistemas de patentes se internacionalizaron gracias a un acuerdo firmado en la convención de París.