Mahoma, conocido como “El último de los profetas” fue el fundador del Islam.
En la religión musulmana se le cataloga como el último de una larga lista de mensajeros enviados por Dios para llevar su mensaje, entre cuyos predecesores se encuentran Abraham, Moisés y Jesús de Nazaret.
Existe una historia que dice que el angel Gabriel habría descendido del cielo para extraer la parte negra del corazón de Mahoma, ya que en ese pedazo era la parte donde Satanas podría haberle seducido.
Los niños que se encontraban con Mahoma dijeron a sus maestros que Mahoma habría sido asesinado, pero al rato se dieron cuenta que estaba vivo y no entendían como eso había sido posible.
Antes de su muerte en 632, Mahoma había establecido al islam como una fuerza social, militar y religiosa y había unificado Arabia. Algunas décadas después de su muerte, sus sucesores conquistaron Persia, Egipto, Palestina, Siria, Armenia y gran parte del norte de África, y cercaron dos veces Constantinopla, aunque no pudieron hacerse con ella, lo que les impidió avanzar hacia la Europa del Este.
El islam es una religión abrahámica monoteísta que adora exclusivamente a Alá sin copartícipes. Se estima que hay en la actualidad entre 1000 y 1200 millones de musulmanes en el mundo. Es la segunda religión del mundo en número de fieles tras el cristianismo.