Algo que suele pasar muy seguido es sentir la necesidad de consumir cada vez mas y mas comida salada una vez empezamos, pasa con las papas fritas, maní, palomitas, tocino, etc.
Esto se debe a que nuestro organismo se acostumbra al tipo de alimentación que tenemos de forma habitual, lo que significa que si consumimos alimentos salados de manera frecuente, el cuerpo tomará los niveles de sal que consumes como algo normal, provocando deseos de alimentos salados de manera repentina.
En caso de no tener ninguna enfermedad ni llevar una dieta baja en sodio, el antojo de alimentos salados se puede deber a la carencia de minerales en el organismo.
Cuando los antojos por comer alimentos salados son ocasionales, pueden considerarse normales; sin embrago, si esto sucede con frecuencia el exceso en el consumo de sal produce enfermedades como la hipertensión, lo que a su vez incrementa el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares y ataque cardíaco. Así que, la próxima vez que tengas antojo de algo salado, intenta moderar el consumo.