El término Mercenario proviene del latín Merces, -edis, “pago” y se utiliza para referirse a los ex soldados que han optado por ofrecer sus servicios de manera independiente.
Es decir, los mercenarios son personas con experiencia militar previa que aceptan trabajos de empresas privadas o personas a cambio de un beneficio económico, sin importar la ideología, nacionalidad o el bando para el que está luchando.
También son utilizados por el crimen organizado como asesinos a sueldo o sicarios, que reciben grandes pagos por matar o secuestrar personas.
También se llama mercenarios a las personas que trabajan o actúan a cambio de dinero o de un beneficio personal, y sin motivaciones políticas, filosóficas, ideológicas o religiosas.
Las empresas militares privadas son compañías que ofrecen logística, mano de obra y otros servicios para fuerzas militares. Sus contratistas son civiles autorizados para acompañar a las tropas en el teatro de operaciones.
Se puede argumentar que las fuerzas paramilitares bajo control privado son funcionalmente mercenarios, en lugar de guardias de seguridad o asesores. Sin embargo, los gobiernos nacionales se reservan el derecho de regular el número, naturaleza de su función y armamento de semejantes fuerzas privadas, aduciendo que no se encuentran empleadas en el frente de batalla en favor de las actividades militares, por lo que no se pueden considerar mercenarios.