La industria de la música suele ser muy compleja, ya que como genera tanto dinero para productores, cantantes, bailarines, músicos e inversionistas, en muchas ocasiones se busca a toda costa tener éxito, sin importar si hay talento.
Los frades en la música son algo común y se han visto muchos casos desde que la industria comenzó su desarrollo en la década del 60.
Se han visto casos de productores que plagian bases musicales de otros, cantantes que no cantan nada y supuestos compositores que compran letras de terceros.
Entre los grandes Fraudes en la música se pueden destacar dos casos muy conocidos que fueron el de Milli Vanilli y el de Jason Malachi.
Milli Vanilli:
Fue un duo de pop compuesto por Rob Pilatus y Fab Morgan que tuvo un gran éxito desde su lanzamiento, logrando posicionar varias canciones en las listas de éxito.
Sin embargo después de un tiempo se descubrió de que los dos supuestos cantantes no hacían mas que bailar y hacer playback, ya que las voces que se escuchaban no eran de ellos, sino de otros cantantes.
Cuando se descubrió todo, se le retiraron varios premios que habían ganado incluyendo un Grammy, y aunque estos intetaron lanzar mas discos con sus voces reales, nunca más fueron aceptados por el publico.
Jason Malachi
En su afán de lucrarse con la muerte de Michael Jackson, SONY lanzó dos discos póstumos del rey del pop alegando que eran canciones Michael había grabado antes de morir.
Los discos tuvieron éxito y vendieron bien, pero luego se reveló que muchas de las canciones en estos discos nunca fueron grabadas por Michael Jackson sino por un tal Jason Malachi, quien fue elegido por Sony para imitar su voz.
De inmediato comenzó la controversia y Malachi reveló en su página oficial de Facebook que si había grabado varias canciones haciéndose pasar por Michael, cosa que Sony negó rotundamente y acusó a Jason de buscar fama a base de esta controversia.