La fuga de capitales es un término que se utiliza en economía para referirse a la salida de dinero de un país debido a un sucedo con implicaciones económicas.
Esto suele ocurrir por ejemplo, cuando un estado aumenta los impuestos sobre los capitales, cuando hay una alta tasa de inflación o cuando se pierde confianza y credibilidad ante los inversionistas.
Como resultado de esto, los ciudadanos que tenían su dinero invertido en ese país buscan nuevas alternativas como emigrar o invertir su capital en otro país donde tenga mejores garantías.
El principal efecto que provoca en una economía una fuga o huida de capital es la disminución del nivel de riqueza y el empeoramiento de las expectativas de inversión, desincentivando a los habitantes de dicho país o a inversionistas extranjeros a participar en la economía del mismo.
La fuga de capitales, dependiendo de la ley de cada país, puede ser legal o ilegal. En el caso de la fuga de capitales bajo el marco de la ley, se registran, las ganancias, dividendos, etc. de la entidad o individuo que hace la transferencia. Normalmente el capital termina regresando a su país de origen en estos casos, sin embargo en una fuga de capitales ilegal o flujo financiero ilícito no sucede lo mismo, ya que la intención es desaparecer el registro del capital, estos casos se presentan en actividades ilícitas como el lavado de dinero.