
No se trata de ningún perro extraterrestre ni nada por el estilo. El nacimiento de este poco usual cachorro sucedió en Brasil y los científicos aseguran que la pigmentación verde claro de su piel se debe, simplemente, a una sustancia natural producida por la placenta de su madre, una hembra de raza Labrador.
La sustancia responsable se llama biliverdina, se encuentra dentro de la placenta materna y tiene relación con la producción de bilis en el sistema reticuloendotelial de los mamíferos.
Lo más divertido en esta historia es que la propietaria de la peculiar cachorrita, que fue la única hembra en una camada de nueve, decidió bautizarla como “Hulk”. ¿Ya adivinan por qué?
Lamentablemente sus días como la perrita más extravagante del mundo están contados, pues a medida que crezca, su pelaje variará de color, la pigmentación verde desaparecerá y se convertirá en una Labrador blanca común y corriente.