
Científicos han demostrado que los bebés que nacen en las estaciones frías, otoño e invierno, son más débiles emocionalmente y más propensos a desarrollar patologías psiquiátricas como depresión, trastorno bipolar e incluso esquizofrenia durante su vida.
Los científicos de la Universidad de Vanderbilt, Estados Unidos, después de hacer pruebas en mamíferos, pudieron comprobar que las estaciones climáticas tienen efectos directos en el reloj biológico de las especies, incluyendo a los humanos.
De este modo, aunque parezcan meras creencias esotéricas, la realidad indica que la estación del año en que nacemos determina, en gran medida, cómo será nuestra personalidad.
Así que, si estás pensando en encargar un bebé, preocúpate de hacer bien los cálculos y programar su nacimiento para primavera o verano, así al menos tendrás la certeza de que tu retoño tendrá menos probabilidades de desarrollar trastornos psiquiátricos y será mucho más feliz.