Lo que a simple vista es una pequeña tarjeta plastificada o de policarbonato para identificar a los ciudadanos es también un sumidero de datos curiosos. Hablamos del DNI o coloquialmente, llamado en España, carné de identidad. Este documento obligatorio desde los 14 años presenta una serie de curiosidades y leyendas urbanas que hay que desmontar:
-Un decreto durante el franquismo puso en marcha su utilización en 1944
-El Rey es el primer español del país, sin embargo, no porta en su DNI el numero 1. Éste fue utilizado por Franco, que no lo estrenó hasta 1951. El número 2 lo reservó para su mujer, Carmen Polo, y el 3 para su hija. Del 4 al 9 quedaron libres.
–A la familia Real se le asignó del 10 al 99. Juan Carlos posee el 10, la reina el 11, la infanta Elena el 12… Aunque nunca encontraremos a ningún príncipe, infanta o rey con el número 13. Al igual que hoy en día en muchas otras facetas, se eliminó por superstición.
-Los DNI de las personas fallecidas no se reciclan. Lo que desmonta la idea de que los números más bajos correspondieron en el pasado a otras personas que ya no viven. El número del DNI es perpetuo.
-En cada comisaría hay un lote de DNI para expender. Los dos primeros números no corresponden a la provincia donde se hizo, aunque en muchos casos coincidan.
–A los niños huérfanos que se desconoce el nombre de sus padres se les asigna un nombre de padres ficticio hasta la mayoría de edad.
-La fotografía del carné debe tener un tamaño de 32 por 26 mm
-Zaragoza fue la primera capital de provincia donde se expidió el DNI
–El DNI ha cambiado de “vestimenta” en 7 ocasiones. La huella dactilar se utiliza ahora para incorporarla al chip del DNI electrónico. Como curiosidad, no existen dos huellas dactilares iguales.
-Los primeros en formalizar el carné fueron los presos y los que estaban con libertad vigilada
-Durante años llevaba asociado la profesión y también el nivel económico
-Desde 1985 ya no se inscriben los títulos nobiliarios con apellidos interminables
-A principios de los 80, ETA fabricó una serie de carnés falsos con un pequeño error que delataba el fraude. De esa manera consiguieron detener a muchos terroristas al dejar las cartas marcadas.