
Premios que siempre tocan, productos que no nos interesan, ofertas de empleo que no existen, plazas de funcionario que no van a salir, créditos bancarios regalados, cursos formativos y todo tipo de publicidad masiva. ¿Les suena? Sí, es lo que se conoce como spam o correo electrónico basura en español, esos molestos mensajes que inundan la bandeja de entrada de nuestro e-mail.
Para conocer el origen de esta palabra hay que remontarse 75 años en el tiempo. La empresa charcutera de EE.UU Hormel Foods en 1937 creó una carne enlatada llamada Hormel´s Spiced Ham (algo así como jamón en especias o sazonado). El nombre fue abreviado por su creador y paso a denominarse Spam. Este tipo de latas con carne se hizo muy popular durante la Segunda Guerra Mundial puesto que era el principal alimento de los soldados británicos y soviéticos, una forma de comida rápida para los que luchaban en el frente y no tenían tiempo de echar mano de un recetario.
Tiempo después, en los años 70, la palabra Spam se popularizó en la televisión por el grupo de humor británico Monty Python. Todo se desarrollaba en un surrealista sketch ambientado en una taberna llena de vikingos en el que la camarera recitaba en voz alta el menú del día en el que todos los platos llevaban “spam, spam, spam”.
Posteriormente, hacia 1993, cuando Internet comenzó a utilizarse de manera personal, alguien calificó a los primeros mensajes no deseados que llegaban a las listas de correo electrónico como el spam de los Monty Python, por su carácter repetitivo y molesto.