
Dirigir una empresa puede convertirse en poco menos que una guerra constante contra el estrés. Los problemas llegan a la mesa del jefe enredados como la puerta giratoria de un hotel esperando que el organismo libere cortisol, que es la hormona del estrés, y la encargada de enviar cantidades masivas de energía a los músculos. Pero un estudio ha puesto en entredicho la creencia de que las personas que ocupan altos cargos y puestos de responsabilidad sufran mayor estrés que sus empleados.
Las investigaciones se llevaron a cabo en las universidades de Harvard, Standford y San Diego, California (EE.UU) tomándose como referencia del estudio los niveles de la hormona cortisol y la propia percepción del nivel de ansiedad de los encuestados. En los resultados observados demostraron que las personas que ocupaban cargos importantes tenían más bajos los niveles de cortisol y experimentaban menos ansiedad que aquellos trabajadores que no ocupaban altos cargos. Como respuesta a este análisis, los investigadores explicaron que se podía deber a que los jefes tienen mayor control sobre su vida en la oficina.
Los mismos científicos realizaron un segundo estudio con las personas con puestos de responsabilidad en los que concluyeron, sorprendentemente, que los que tienen mayores empleados a su cargo sufren menos estrés que aquellos que están a cargo de menos personal.
Sin embargo, el estudio no es revelador del todo puesto que los análisis se realizaron solamente con altos cargos que tenían posiciones estables dentro de las empresas. Por lo que faltaría saber que ocurre con aquellos que se encuentran en situaciones inestables, ya que es probable que sufrieran mayor nivel de estrés.