En este artículo de DatoCurioso, os vamos a “deleitar” con algunas de las muertes de personajes famosos más absurdas de la historia.

En primer lugar, tenemos a un español, Antonio Gaudí (1852-1926). Este famoso artista y arquitecto murió en Barcelona mientras cruzaba la Gran Vía porque iba tan distraído que fue atropellado por un tranvía que iba, curiosamente, muy despacio.

La muerte del primer hombre que tuvo la iniciativa de fundar una agencia de detectives, el peculiar Allan Pinkerton (1819-1884), no generó ninguna incógnita. El detective murió al resbalarse y morderse la lengua en la caída, que se le infectó y fue la causa de su muerte.

Plinio el Viejo, el sabio filósofo y naturalista de la época romana tuvo la, en absoluto prudente idea, de acercarse a estudiar el Vesubio en plena erupción en la famosa catástrofe que ocurrió en Pompeya en el años 79 d.C, muriendo de una crísis cardíaca.

El popular dramaturgo Tennessee Williams, autor de Un tranvía llamado deseo murió mientras se encontraba en el baño de la manera más insospechada. Mientras intentaba quitar el tapón de un bote de pastillas con los dientes, este salió disparado y lo asfixió, al quedarse atascado en su garganta.