
Desde hace cientos de años, especialmente en épocas difíciles como la Edad Media en Europa, muchas familias humildes alimentaban un cerdo y lo guardaban para la llegada del invierno o una situación de necesidad en caso de malas cosechas y demás imprevistos.
Esta es la razón por la que las huchas, y por lo tanto el ahorro y las garantías de prosperidad futura se han simbolizado en este aprovechable animal. Además en muchos países la cría y matanza del cerdo aseguraba alimentos durante casi todo el año, debido a el enorme provecho alimenticio de un cebado gorrino.
Aunque esta razón resulta muy plausible, existe otra teoría que aventura que las huchas tienen forma de cerdo debido a un juego de palabras en lengua británica. Al parecer pig, la palabra que significa cerdo en ingles, tiene un parecido fonético y ortográfico con la palabra para nombrar a la arcilla, es decir, pygg. Esta similitud podría haber dado lugar a un juego de palabras que se reflejase en la forma de las vasijas para fabricar huchas.