El Café Marfil Negro, una exquisitez que se vende en algunos hoteles de lujo al prohibitivo precio de 50 dólares la taza y 1.100 dólares el kilo, se produce con unos granos de café extraídos de excrementos de elefante tras un día de reposo.
Al parecer lo que hace este producto tan exquisito es que, en el momento de estar dentro del cuerpo del animal, los granos entran en contacto con los ácidos estomacales que reducen la proteína del café, uno de los factores que le intervienen en su amargor. Según piensa Dinkin, un experto en el tema, la fermentación en el intestino podría ser la clave de su sabor inimitable.
Además, durante la digestión, los granos se mezclan con azúcar de caña, plátanos y otros ingredientes de la dieta del elefante que le dan un sabor delicioso con toques frutales y de la tierra.
Si alguno se queda con ganas de probar este exquisito café y ver como es la producción del mismo, tendrá que viajar hasta Tailandia en el Triángulo de oro.