La creación de automóviles súper rápidos no es cosa de ahora. Desde siempre, los ingenieros y desarrolladores de vehículos se han esforzado por brindar al público carros súper veloces.
En el 2003 salió a la venta el primer Bugatti Veyron, que se convirtió de inmediato en una revolución en el mundo de los carros deportivos, tanto por la capacidad de su motor como por su precio de venta, un millón de euros por unidad.
En el 2005 el Koenigsegg CCR de 806 CV logró la velocidad de 388 km/h, lo que le llevo a entrar en el libro de records Guinness de velocidad, aunque este record duro poco, ya que un año después el Veyron recuperó el primer lugar, alcanzando velocidades de 431 km/h, gracias a su motor de 1.001 CV de potencia.
Recientemente, ocho años más tardes, Koenigsegg ha regresado a la cima con la presentación del Koenigsegg One: 1, una maquina con capacidad de 1.360 CV y que llega a los 440 km/h. Convirtiéndose así en el Carro más rápido del mundo. Por ahora…