Existen varias teorías sobre el origen del término “Black Friday” o Viernes negro, una de las más aceptadas dice que el viernes negro inició como una estrategia de las empresas que estaban operando en números rojos, con el fin de buscar una estabilidad económica o nivelar la balanza y pasar a números negros con el inicio de las ventas de navidad.
Anteriormente el día de Acción de gracias no tenía una fecha fija establecida, fue en 1863 que el presidente Lincoln instauró que el día de Acción de gracias sería el último jueves de noviembre de cada año.
Todas las empresas esperaban la temporada navideña para ver un crecimiento de las ventas, esta temporada comenzaba “oficialmente” con el famoso desfile de Acción de Gracias organizado por la tienda Macy’s.
Un problema común que tenían las tiendas y comercios era que el día después de acción de gracias (el viernes) las personas preferían quedarse en casa y no salir a comprar nada, total, las ofertas se mantendrían durante toda la navidad.
Fue ahí cuando algunas empresas de diferentes sectores decidieron crear el Viernes Negro, un día con ofertas tan ridículas que nadie pudiera dejarlas pasar.
Quienes deciden ir al Black Friday pueden pasar largas horas de espera, tener percances e incluso arriesgarse a no lograr adquirir ningún producto debido a la gran demanda, sin embargo, hay quienes incluso viajan a los Estados Unidos exclusivamente para hacer compras a precios descontados.
En años recientes el éxito del viernes negro ha sido tan grande que es uno de los días del año que más dinero mueve en la economía de EEUU, junto con el día de navidad.
Se estima que en el viernes negro del año pasado (2013) se vendieron 59 mil millones de dólares en mercancías, y algunos productos alcanzaron descuentos de hasta el 90% de su valor real.