Si alguna vez has grabado tu voz, ya sea con un micrófono, en video o en una nota de voz, habrás notado que la voz suena diferente a la que crees tener, pero ¿Por qué?
Al grabar nuestra voz, el sonido pasa por un filtro de grabación, que la hace sonar bastante aguda, como si faltaran tonos graves, por lo que se necesitará aplicarle algunos efectos para lograr escucharla igual a como tu la escuchas.
Cuando hablamos, el sonido de la voz no solo va hacia fuera, sino que se proyecta adentro. La voz se mueve a través de los huesos, mediante tejidos de la cabeza, que hacen que aumenten las vibraciones de menor frecuencia, aportante un tono más grave a nuestra propia voz.
Esta es la razón de que sonemos muy distintos cuando nos escuchamos grabados, ya que los micrófonos no captan todas las vibraciones de los huesos, sino únicamente las ondas sonoras que viajan por vía aérea, eliminando el sonido grave que percibimos al hablar y haciéndonos sonar más graves.
Por cierto, la voz que escuchan las personas cuando hablas con ellas, es la misma voz que escuchas en una grabacion y no la que piensas tener.