Uno de los rasgos físicos más característicos de las personas de origen oriental son sin dudas sus ojos rasgados, llamados pliegue epicántico.
Sin embargo, como habrás notado en algún momento, muchos de los dibujos animados de origen japonés tienen los ojos grandes y redondos, es decir, físicamente difieren del físico propio de los japoneses.
El responsable de esto es Osamu Tezuka, un pionero en el diseño de dibujos animados en Japón, considerado el padre del Manga.
A sus 17 años (en 1946) este dibujante publicó su primera historieta llamada ‘Maachan no Nikkichō’ y desde ahí ya presentaba personajes con rasgos occidentales. Según explica el dibujante, esta forma de los ojos permite a los personajes ser más expresivos ya que si tuvieran los ojos rasgados las expresiones podrían no ser muy profundas.
A partir de su primera publicación en 1946 Tezuka siguió con su larga lista de éxitos que incluyen “La nueva Isla del Tesoro”, “Metrópolis” y “Kimba el León Blanco”, una versión japonesa de El Rey León y su personaje más popular “Astroboy”.
A partir de ahí su carrera fue en asenso hasta el punto que es considerado como un icono en Japón, convirtiéndose en un referente para todos los dibujantes japoneses que siguiendo sus pasos, también dan rasgos occidentales a sus personajes.