El origen de Halloween está fuertemente relacionado con la festividad celta del Samhain. Esta festividad es celebrada como el «Año Nuevo Celta» y se lleva a cabo a finales de la temporada de cosecha en la cultura gaélica. Posteriormente con la inmigración, principalmente proveniente de Irlanda, la festividad llegó a América del Norte.
Los antiguos celtas tenían la creencia de que en este día, la demarcación entre este mundo y el otro mundo desaparecían, y los muertos volvían a la vida para causar las enfermedades que asolaban los vivos, y la destrucción de sus cultivos.
En la fiesta de Halloween, se recurría con frecuencia a las hogueras para combatir a los espíritus malos, y los huesos de los animales sacrificados eran arrojados a los fuegos como parte del ritual religios. Los antiguos celtas solían usar trajes y máscaras de los animales sacrificados con la intención de imitar el mal, y conciliar ellos.
Por su parte, en Escocia, los hombre jóvenes tratan de caricaturizar al espíritu maligno llevando máscaras, rostros ennegrecidos y vistiendo ropa blanca.
El Origen de la palabra Halloween es de tiempos del Imperio Romano. Tras la orden del emperador Constantino para que todos los habitantes del imperio fuesen convertidos al cristianismo, algunos ritos como el festival de Samhain fueron introducidos en las celebraciones religiosas.
Luego de que se instaurase el día 1 de noviembre como el día de Todos los Santos, se combinó con la festividad de Samhain; Todos los Santos fue llamada «All hallowmas», la noche anterior «All Hollows Eve» y con el tiempo este nombre se convirtió en Halloween.