El origen del Taj Mahal se remonta al siglo XVII, cuando la esposa favorita del emperador indio Sha Jahan, de nombre Mumtz Mahal murió en plena juventud tras dar a luz al decimocuarto hijo del emperador.
El monarca que se encontraba profundamente enamorado decidió hacer una construcción en su honor. El resultado fue un flamante mausoleo hecho de mármol blanco con piedras preciosas en su interior, considerado al día de hoy como uno de los monumentos más bellos del mundo, por la armonía que guardan sus edificios, inspirados en las construcciones mongolas, musulmanas, persas e indias.
En los jardines del Taj Mahal fluye el agua y abundan los rosales, narcisos y árboles frutales.
Se estima que esta obra estuvo en construcción durante 22 años, y para la misma no se escatimaron materiales ni artesanos, el costo de construir este monumento fue de cincuenta millones de rupias (Una rupia y media equivalía a un gramo de oro).
Cuando el emperador salió del poder fue encerrado en el palacio y su único deseo fue tener una habitación con vista al panteón de la emperatriz. Tras su muerte, sus hijos mandaron a edificar su tumba junto a la de Mumtaz.