Muchos piensan que el Origen de la esvástica se dio cuando Hitler comenzó a utilizarla como emblema del partido nacionalista y la relacionan como un símbolo exclusivo del nazismo, sin embargo su origen es mucho antes.
En el hinduismo, por ejemplo, la esvástica representa tanto la evolución como la involución del universo, dependiendo en qué dirección apunten los brazos, además en esta religión se emplea como un símbolo solar y se relaciona con la buena suerte.
En estatuas muy antiguas de Buda también se han encontrado esvásticas marcadas en el pecho, mientras que en otras mitologías indoeuropeas se asocia en general con el Sol, el poder y la iluminación.
La esvástica ha aparecido repetidamente en la iconografía y el arte a lo largo de toda la historia representando conceptos muy diversos.
Este símbolo se menciona por primera vez en los Vedas (Las escrituras sagradas del hinduismo), pero su uso se traslada a otras religiones de la India como el budismo y el yainismo.
En occidente, en el arte romano, romanico y gotico, se encuentra raramente como figura, pero se puede ver con frecuencia un patrón que se repite en la decoración de bordes y superficies.