Decir “Salud” a una persona cuando estornuda es una costumbre muy antigua que tuvo su origen en Roma en el año 591.
Cuenta la historia que en esa fecha hubo una epidemia de peste que provocaba a los infectados estornudos continuos, hasta que morían de esta enfermedad.
Cuando una persona estornudaba las personas alrededor decían “Dios te Bendiga” o “Salud” para desearle una recuperación a esa persona.
Otras fuentes aseguran que la salutación al estornudo comenzó en el siglo VI en África por la aparición de una epidemia, sin embargo, se dice que los árabes fueron los encargados de mantener la costumbre de invocar la divinidad cuando alguien estornuda.