La ley seca fue una medida controversial medida que se aplicó en 1920 que consistía en hacer ilegal la fabricación, transporte, importación y venta de Alcohol en Estados Unidos.
Al entrar en vigencia esa ley, las personas que se dedicaban a realizar cualquier intercambio comercial con alcohol eran multadas o llevadas a prisión, mientras que cualquier establecimiento que fuera descubierto vendiendo alcohol sería cerrado durante un año.
Esta nueva ley hizo que las mafias y el crimen organizado tomaran el control de la industria, ya que se atrevían a asumir los riesgos de ley, a cambio de ganar grandes cantidades vendiendo alcohol de manera clandestina en el mercado negro.
Para 1925 ya existían en todo el país alrededor de 100,000 bares secretos que se dedicaban a vender alcohol a sus clientes.
Finalmente en 1933 el presidente Franklin Delano Roosevelt puso fin a la Ley Seca, permitiendo de nuevo la producción y comercialización del alcohol dentro de la ley.