Un cheque al portador es un cheque que no se emite al nombre exclusivo de una persona, sino que cualquiera que lo presente en el banco está autorizado a cobrar la cantidad establecida.
Cuando una persona emite un cheque al portador, no se especifica el nombre del beneficiario, por lo que cualquier persona que lo tenga puede cambiarlo.
Generalmente este tipo de cheques se emiten por cantidades pequeñas o cuando se desconoce el nombre de la persona disponible para ir a cobrarlo.
Muchas empresas utilizan el cheque al portador cuando emiten pagos a otras empresas, ya que ofrecen la flexibilidad de que distintos empleados puedan ir libremente a cobrar el cheque.
El riesgo principal es que en caso de perdida o robo de los mismos, el banco está autorizado a pagar a quien lo presente y la persona que emitió el cheque es quien asume la perdida.