Muchos bancos ofrecen a sus clientes propietarios de tarjetas de crédito lo que se conoce como un avance de efectivo, que suele ser una opción muy sencilla cuando se necesita dinero en efectivo de manera rápida y sin mucho papeleo.
Con el avance de efectivo el banco les presta dinero a los clientes para financiar compras, aunque este no tenga los fondos necesarios en el momento, permitiéndoles obtener efectivo a través de los cajeros automáticos, o haciendo un traspaso del límite de crédito para convertirlo en dinero.
- Los avances de efectivo pueden ser cancelados en cuotas o en montos superiores si lo deseas, al igual que los demás cargos de la tarjeta de crédito.
- El avance de efectivo se realiza siempre dentro de tu límite de crédito, por lo que solo podrás acceder al dinero de tu saldo de crédito disponible.
- Los avances suelen tener un monto mínimo para realizarlos, por lo que si tu cupo disponible es menor a este monto mínimo, no podrás realizar la operación.
- Puedes pactar el pago de tu avance de efectivo en cuotas.
- Las comisiones por hacer un avance en efectivo son mucho más altas que las de una compra con la tarjeta de crédito.
- No puedes cancelar un avance de efectivo después de haberlo hecho.
Si usted le pregunta a una persona que sea inteligente con su dinero, que no tenga deudas o que haga una buena administración de sus finanzas, le dirán que NUNCA. ¿Por qué? Porque sale muy costoso y el único momento recomendable para hacerlo es cuando se trate de una emergencia que realmente precise de ese dinero en efectivo.
En conclusión, un avance de efectivo es una operación que te permite acceder a dinero que puedes destinar a voluntad para cualquier gasto, ya sea a través de un cajero automático o cargándolo a tu cuenta bancaria. Recuerda que es una operación bastante costosa, por lo que es recomendable que la limites sólo a casos de emergencia, de esta manera tus deudas por intereses no se saldrán de control.